domingo, 4 de marzo de 2007


AUTOBIOGRAFÍA (XV) - Desde 1900

(Fotografía: archivo familia Valle Bascón)



Esta otra fotografía ha llegado hasta mí por casualidad, desde las lejanas tierras donde se matizan los atardeceres entre tonos malva, sembrados de olivos en hileras interminables. Interminables como si fuesen metáfora del tiempo en que se hicieron esta y otras fotos, allá por el 1900, o incluso antes, por las tierras del secano perenne y el polvo agrio que huele a trabajo por el lejío, entre las eras esforzadas y los cortijos.

El protagonista, solamente familiar mío en lo humano, pero distanciado de mí por kilómetros y kilómetros y por la sangre, cumplía sus obligaciones con las quintas y echaba de menos a su novia, a quien dedica en el reverso de esta fotografía hecha postal las hermosas palabras del cariño distanciado. Cronologías aparte, cumple aquí con su ejercicio de testigo de los años en que se perdió Cuba, de los años en que aún Alfonso XIII malgobernaba un país al borde de la guerra: todo ignorado, todo arrastrado con las mismas tempestades que ciegan a los hombres y sus cosechas.

Posa como un aristócrata, como un general (purito en mano y con el bigote hirsuto y engomado, decimonónico con su pantalón a rayas, sus botas viejas y su quepis lustroso), pero no es más que sólo un hombre más aparentando buena hombría y hechura a su prometida, aquella que trabajó en el campo y que luego sería madre de la más querida de las tías de una muchacha que se bañaba en un barreño al sol, cuando pequeña, y quien también siguió trabajando en las eras como una maldición bíblica y sospechada.

Este retrato, conservado con el esmero de quien todo lo guarda creyendo que conserva un fragmento de alma cada objeto, viaja saltando desde la vieja infantería a nuestros días de borroso humo y cambio climático. Sin saber, tampoco, don Miguel que forma parte de los fantasmas que se llaman recuerdo si agravio.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Me gusta tu prosa, Luis. Vendré a leer más de tu historia. gracias por tu visita y tus amables palabras. Interpreté por tu comentario que te gustaría un enlace desde mi espacio ventoso y lo he puesto. Un abrazo,
V.

Anónimo dijo...

En nombre de la nieta emocionada del señor de la foto, muchas gracias, poeta. ¡Y qué orgulloso se sentiría mi abuelo al verse aquí retratado y glosado por ti!
Un beso muy fuerte de
Lola

Anónimo dijo...

He llegado a tu blog por un comentario tuyo en otro que es lugar común para mí. Yo también soy un apasionado de las fotos antiguas, te reproduzco un frangmento de mi novela referente a este tema y, de camino aprovecho para invitarte a leerme.
"Cuando contemplaba una fotografía antigua extraída al azar de aquel sarcófago de recuerdos y, bajo la pátina sepia que inmortaliza las figuras, observaba las siluetas y los gestos de los muertos, parecía como si estuviesen vivos todavía, capturados en un instante efímero de eternidad, como si albergasen en su interior un último soplo que les impedía morir del todo."
Saludos.
http://www.enunblog.com/Aguirre

Anónimo dijo...

Luis soy un apasionado de las fotografías antiguas. ¿Me puedes decir algo del sello que lleva esta foto? Es que no se ve bien. Gracias.

Anónimo dijo...

Respuesta de Luis Quiñones.

Querido amigo: es cierto que no se puede apreciar el sello que la fotografía tiene en su esquina izquierda. Se trata de un sello en relieve (parecido a un sello para lacrar) formado por dos círculos concéntricos. Entre ellos hay una inscripción que dice: "Fotografía moderna - Melilla". En el centro del sello se lee también: "Chacel 11".
Por detrás, la fotografía tiene el aspecto de una postal de correos, escrita pero no empleada para correspondencia, no tiene sello ni ningún tipo de marca postal que indujera que fuese empleada como envío. Aunque sí esté escrita y dedicada en su reverso.

No obstante, si estuvieses interesado, podría enviarte por mail un escaneo del sello, intentando que se pueda ver un poco mejor. Ponte en contacto conmigo a gravés de mi dirección de correo. Un saludo.

Anónimo dijo...

Gracias Luis por la descripción tan minuciosa del sello. Me es suficiente con eso así es que no te molesto con otro escaneo como me dices. Lo que me interesaba era saber si ponía la fecha o el lugar en que se hizo la fotografía. Es muy curiosa.

Por cierto, estupenda también la descripción que haces en tu último texto del ambiente y la vida del pasado y de la pobreza, del haiga. Eres muy ingenioso y nos sabes llevar a otros tiempos.

Un saludo